De Chiclayo decidimos seguir hacia el sur, a Trujillo. Como no habíamos planificado con mucha antelación, casi todos los buses que salían a Trujillo estaban completos. Dudamos bastante porque el primero que tenía un par de asientos llegaba ya al anochecer y eso de llegar a una ciudad desconocida, con las mochilas y sin tener alojamiento no nos gusta mucho. Pero decidimos continuar, pues no queríamos retrasarnos más, y ya habíamos hecho todo lo que queríamos hacer en Chiclayo.
Almorzamos en la terminal y esperamos el bus. Hay que reconocer que los buses de largo recorrido son una maravilla en Perú. Llegamos a la terminal de Trujillo y nos pusimos las mochilas a las espaldas, decididos a buscar alojamiento económico y con la esperanza de encontrarlo rapidito. No vimos muchos y algunos los descartamos por ser cuchitriles o, casi todos, por ser demasiado caros para nuestro presupuesto. Recorrimos desde la terminal a la que llegamos hasta el centro, que es bastante, pero encontramos uno que nos convenció. Estaba en una de las calles que rodean el centro. Dejamos las cosas y nos fuimos a comprar algo para cenar y pasear un poco por el centro de la ciudad.
Plaza de Armas de Trujillo |
Trujillo tiene un centro colonial precioso, con calles peatonales que salen de la Plaza Mayor. Nosotros estuvimos varios días sin poder hacer excursiones por los problemas estomacales de Javita, así que nos pasábamos el día en el hostal y salíamos por la noche, a buscar algo de cenar. No tuvimos ninguna sensación de inseguridad, aunque después de haber estado allá mucha gente nos ha dicho que es la ciudad más peligrosa de Perú. Como todo, es cuestión de suerte.
Después de un par de días en Trujillo, saliendo sólo por la noche, ya que Javita volvía a sentirse muy mal del estómago, reunimos fuerzas para ir a Chan-Chan, en los alrededores de la ciudad.
Tomamos una buseta que nos dejó en el Museo, es pequeño pero interesante, y después fuimos caminando hasta las ruinas, que están a un paseo. Allá decidimos contratar un guía. Chan-Chan es la ciudad de adobe más grande de América, que contaba con unos 50.000 habitantes. Los Chimú (cultura posterior a los Moches) construyeron una muralla entre las montañas para defenderse, a un lado quedaba el mar y al otro una cadena montañosa.
El Palacio Nik-An es lo que es la zona que actualmente se puede visitar. Este palacio está orientado de espaldas al mar, para que el aire marino no irrumpiera violentamente en el interior y, además, ayudaba a hablar sin necesidad de altavoz.
Parte de las paredes interiores del Palacio Nik-An |
Las paredes están decoradas con alto-relieves en forma de ardillas, peces, pájaros, líneas que representan el mar en calma, rombos que representan las redes de los pescadores, etc. El enorme patio de la entrada era la única zona accesible al público en general. Las paredes de los pasillos son altas, de unos 4 metros, y todas son muy parecidas para crear una sensación laberíntica. El muro que rodea toda la ciudad mide unos 10 metros de alto.
Dentro del palacio/ciudad se encuentran algunos pozos, unos de uso doméstico (para cultivos) y otros para uso ceremonial. Por este motivo, la táctica de los Incas de cortarles el suministro de agua proveniente de las montañas para que se rindieran, no surtió efecto.
Como cualquier ciudad, tiene un recinto funerario. En éste se encuentra la tumba del Señor Chimú, rodeada de 44 tumbas secundarias y unida, mediante un pasillo, a la tumba de su mujer. Hay un anexo más pequeño donde también se encontró otro grupo de tumbas, probablemente donde se enterraron a las personas que estuvieron al cuidado del palacio y del Señor.
Huanchaco
Caballito de totora preparado para salir a la mar |
Después de un par de horas recorriendo el Palacio Nik-An, decidimos ir a Huancacho, un pueblito de pescadores conocido por los «caballitos de totora«, pequeñas embarcaciones de caña hechas por los pescadores, herencia de las culturas Moche y Chimú. Su nombre se debe a la postura que toman los pescadores para manejarlos.
Allá encontramos un restaurante donde almorzar antes de ir a caminar por el paseo marítimo. Cuando llegamos vimos los caballitos de totora apoyados contra una pared. A día de hoy, siguen siendo una herramienta fundamental en las tareas de pesca.
Huacas de Moche o Huacas del Sol y la Luna
A menos de 10 km de Trujillo, encontramos este complejo arqueológico formado por las dos huacas y la zona urbana, que fue capital de la cultura Moche. Estos nombres se los dieron los españoles ya que pensaban que eran templos construidos por los Incas en honor a sus divinidades: el Sol (el más grande) y la Luna (el más pequeño).
Para llegar hay que tomar un bus urbano que deja en la carretera y, desde ahí, ir en mototaxi, pues está a varios kilómetros y no hay sombra alguna. Para regresar, tomamos una buseta desde las huacas hasta la ciudad de Trujillo. El Museo y las huacas están a una distancia que se puede hacer caminando.
La entrada a las huacas incluye guía, pues es obligatorio (y necesario para comprenderlo todo) hacer la vía visita guiada.
Relieves de diferentes épocas se encuentran a distintos niveles |
La huaca de la Luna está adosada al cerro Blanco. Este cerro fue considerado como un sitio sagrado, por su forma piramidal y su color claro. En esta huaca se han descubierto seis edificios superpuestos, construidos cada uno sobre el anterior, a lo largo de unos 600 años. Cada edificio fue utilizado un promedio 100 años, al termino de este periodo todo el edificio era rellenado con bloques de adobe para construir el nuevo en la parte superior. Consta de 2 zonas: el templo Viejo y el templo Nuevo; por lo tanto, estaba dedicado a la vida religiosa. Es impresionante lo bien que se conservan los relieves policromados, se pueden identificar perfectamente las figuras de cazadores, bailarines o la deidad Ai-Apaec (el degollador).
Huaca del Sol. En la explanada se encontraba la zona habitada por el pueblo. |
La huaca del Sol no está abierta al público, por lo que nos comentaron han avanzado bastante poco en su investigación, debido a la escasez de fondos que se dedican. Se cree que la construyeron cuando dejaron de usar el templo Viejo, y que su tamaño actual es un tercio del original por culpa de la erosión.
Información que te puede interesar:
* ¿Cuándo fuimos?: Segunda semana de agosto de 2012
* Bus Chiclayo a Trujillo:
– 14S/persona
– Duración: 4 horas, aproximadamente
* Alojamiento en Trujillo:
– Hostel Brooklin
– 30S/habitación (habitación privada, baño compartido)
* Buseta Trujillo a Museo Chan Chan:
– 1S/persona
– Duración: 20 minutos, aproximadamente
* Bus Museo Chan Chan a Huanchaco:
– 1S/persona
– Duración: 30 minutos, aproximadamente
* Buseta de Huanchaco a Trujillo centro:
– 1,50S/persona
– Duración: 45 minutos, aproximadamente
* Bus de Trujillo a Huacas Moches (carretera):
– 1s/persona
– Duración: 20 minutos, aproximadamente
* Mototaxi de carretera a Museo Huacas Moches:
– 1S/persona
– Duración: 20 minutos, aproximadamente
* Entradas Huacas Moches: 13S/persona
* Combi de Huacas Moches a Trujillo centro:
– 1,40S/persona
– Duracion: 40 minutos, aproximadamente
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