La vida es una película en la que tú eliges si ser el protagonista o un mero espectador.

Santiago de Chile – romance entre pasado y futuro

Centro de Santiago

Uno de los sectores que mejor definen el desarrollo de este país es el centro de su capital, Santiago. Muchos cambios se han sucedido en un breve período de tiempo: calles mejoradas, edificios que han aparecido de la nada, nuevo sistema de transporte… Nadie puede negar la asombrosa transformación que ha sufrido esta ciudad.
El centro, área fundacional de la ciudad, es el lugar perfecto para empezar a conocer parte de su historia. Lo mejor, como siempre, es perderse por sus calles, vivir el ambiente local, descubrir rincones y gente de todo tipo… Pero ya que tenemos que ser breves, os daremos una pinceladas de lo que no os podéis perder si tomáis la acertada decisión de viajar a Santiago.Queremos hacer una especial mención al tema del transporte público en Santiago, así que si te interesa leer más al respecto, sólo tienes que clicar en el apartado «Información que te puede interesar» que aparece al final de este post.

Por lo general, veréis que todos los recorridos por el centro empiezan por la Plaza de Armas que, si bien es cierto es uno de los puntos de mayor aglomeración de edificios destacados, no deja de estar en el centro de este barrio y, por lo tanto, nos haría caminar más de lo necesario. Primero nos apuntamos al Free Walking Tour que sale desde la Plaza de Armas (debes consultar horarios e idiomas); fue un pequeño recorrido guiado por el centro totalmente gratuito (aunque aconsejamos dar propinas a los guías). Con él, obtuvimos información de los lugares que después visitamos por nuestra cuenta, con más tiempo para las fotos y para ir a nuestro ritmo.
Optamos por empezar el paseo en el Mercado Central (parada de metro: Cal y Canto). Ya habíamos decidido no comer (o «almorzar», como dirían los chilenos) ahí ese día pues lo queríamos dedicar a recorrer lo máximo posible y no queríamos perder mucho tiempo al mediodía. Además, como teníamos pensado pasar varios días en la ciudad, si nos «tincaba» (expresión chilena que equivale a «apetecer»), podríamos volver en otro momento. Y así lo hicimos, volvimos otro día para comer un rico y fresco marisco en uno de los restaurantes del Mercado. En el pasado este mercado era económico, pero ahora se ha vuelto una atracción para el turista y eso, lamentablemente para nosotros, se traduce en unos precios mayores. De todos modos, vale la pena pasear por este edificio de estilo neoclásico y estructura metálica diseñada en Chile y fabricada en Inglaterra a mediados-finales del siglo XIX, dado que en 2012 fue considerado uno de los 10 mejores mercados del mundo por National Geographic.
Después del Mercado, nos dirigimos por la calle San Pablo hasta la calle Bandera, por donde llegamos al edificio del ex Congreso Nacional de Chile. Esta monumental edificación, construida a mediados-finales del siglo XIX, fue la sede del Congreso Nacional de Chile hasta 1973, momento en que vio interrumpida bruscamente su actividad debido al golpe de estado. Cuando, con posterioridad, se reanudaron las sesiones del Parlamento, se trasladaron a la ciudad de Valparaíso, dejando este edificio para sesiones especiales y para otros eventos de relevancia nacional. Una curiosidad sobre esta construcción: fue edificada en el terreno donde antes se encontraba la iglesia de la Compañía de Jesús, destruida por un incendio que acabó con la vida de 2.000 feligreses en 1863; como recordatorio de tan trágico acontecimiento, encontramos una estatua de la Virgen María en los jardines.
Catedral de Santiago
Dejamos atrás el ex Congreso Nacional y nos encaminamos hacia la Catedral, yendo por la calle del mismo nombre hasta la Plaza de Armas. La primera Catedral que se construyó en este mismo terreno data de mediados del siglo XVI. Después de varias reparaciones y reconstrucciones que se llevaron a cabo debido a temblores y terremotos que han asolado la ciudad a lo largo de la historia, ya en el siglo XVIII identificamos la actual edificación. Destacamos, de su interior, el altar de mármol blanco con aplicaciones de bronce y lapislázuli. Nos parece interesante contar que en esta Catedral se encuentran los restos de la familia Carrera, quienes lucharon activamente por la independencia de Chile a principios del siglo XIX. ¿Por qué contamos esto? Bueno, pues porque una de sus integrantes más significativas fue Javiera Carrera, una mujer valiente que luchó por sus ideales. Y, de paso, hacer un pequeño homenaje a esta mujer y explicar que uno de los nombres más habituales en Chile es éste: «Javiera», aunque en el resto del mundo no lo sea tanto y en algunos países, como España, parezca un nombre tan extraño.
Nos marchamos de la Catedral pero no abandonamos aún la Plaza de Armas, pues ahí encontramos otros edificios emblemáticos como Correos y el Museo Histórico Nacional. Como curiosidades, explicaremos brevemente los monumentos que se ubican a lo largo de la Plaza de Armas: 1) en el centro encontramos una fuente que contiene el monumento «a la Libertad de América» (de mármol de Carrara) y fue el primer monumento que llegó a Chile después de ya consolidada su independencia a principios del siglo XIX; 2) en una esquina encontramos a Pedro de Valdivia (conquistador) sobre un caballo, sujetando en una mano el acta fundacional de la ciudad y la otra apoyada en la espada (simbolizando la justicia), pero hay algo que destaca… la ausencia de las riendas, y es que el caballo representa a Chile dirigiendo su propio destino; 3) en diagonal al monumento anterior, se ubica el monumento dedicado «al pueblo indígena», en homenaje a los pueblos originarios; 4) frente a la Catedral, encontramos la escultura que representa al primer Cardenal chileno, cuyos restos se hallan en su interior.
Nos gustó especialmente la esquina formada entre la Catedral y Correos, con un edificio azul entre ellos en el que se reflejan estos dos. Es una mezcla bien conseguida entre lo antiguo y lo moderno.
A los alrededores de la Plaza de Armas encontramos la Municipalidad de Santiago y el Museo de Arte Precolombino.
Nos despedimos de la Plaza yendo hacia el Paseo Ahumada, calle peatonal donde encontramos el ambiente santiaguino. Muy concurrida durante el día, repleto de puestos ambulantes, comercios, bares, etc. es la columna vertebral de la ciudad y la mayor representación del centro.
Palacio de la Moneda visto desde la Plaza de la Constitución
A un par de calles (o «cuadras»), giramos por Agustinas para llegar a la Plaza de la Constitución que ocupa lo equivalente a una manzana entera, invadida de espacios verdes donde los chilenos se reúnen a conversar y hacer vida social. Es un lugar ideal para hacer una breve pausa, a la sombra, después de haber caminado todo el día. Ahí encontramos el monumento a Salvador Allende, de quien hablamos en nuestro post anterior  y podemos contemplar el edificio más notorio: el Palacio de la Moneda, actual sede del gobierno. Construida a finales del siglo XVIII para acoger la Real Casa de Moneda para, como es evidente, acuñar las primeras monedas del país en la época colonial, pasó a ser usada como sede del gobierno desde mediados del siglo siguiente y hasta 1973, cuando quedó parcialmente destruida debido a los bombardeos realizados durante el golpe militar. Su remodelación tardó casi 10 años y, una vez terminada, volvió a su uso como sede del gobierno.
Al otro lado del Palacio se encuentra la Plaza de la Ciudadanía, hermoso espacio construido con motivo del bicentenario de la República con espejos de agua y jardines bajo el cual se encuentra el Centro Cultural La Moneda, un asombroso centro que acoge varias exposiciones, algunas permanentes, otras temporales, algunas gratuitas, otras de pago. Como curiosidad, te diremos que de lunes a viernes por las mañanas las exposiciones son gratuitas.
Paseando por el Barrio de la Bolsa
Dejamos atrás La Moneda para ir, por la «Alameda» (como se conoce popularmente a la Avenida del Libertador Bernardo O’Higgins… con este nombre, normal que lo acorten, ¿no?) hasta el barrio  La Bolsa, formado por las calles New York y La Bolsa. La peculiaridad de este «barrio» es que sus calles forman una «Y», y esto es debido a que en sus orígenes formaban parte del terreno de la antigua Iglesia de las Agustinas, quienes se vieron obligadas a vender parte de él por problemas económicos. De ahí que se conserve la pequeña fachada de esta iglesia entre tanto edificio administrativo. Hoy día, aunque las calles son tan estrechas que siguen siendo peatonales, ya no tienen el mismo ajetreo que en el pasado, cuando la Bolsa se manejaba a grito pelado. En la bifurcación encontramos el que fue el primer rascacielos de Chile, el Edificio Ariztía, de inspiración neoyorquina. El otro edificio importante, tanto como para dar el nombre al barrio, es el de la Bolsa de Comercio.
Seguimos por la Alameda hasta la iglesia San Francisco, construida con grandes bloques de piedra que aún son visibles (y es lo poco que resiste de la construcción original). Data de principios del siglo XVI, lo que la convierten en la más antigua de Santiago y una de las más antiguas de Chile.
Biblioteca Nacional de Chile
Y para finalizar nuestro recorrido de hoy, unos metros más allá de la iglesia llegamos a la Biblioteca Nacional, fundada a principios del siglo XIX. Después de varias ubicaciones, el gobierno compró el Monasterio de Santa Clara y, en su lugar, construyó un precioso edificio neoclásico de inspiración colonial, encontrando así su ubicación definitiva un siglo después.
Agotados de tanto caminar, pero encantados con el ambiente de esta maravillosa ciudad, dimos por terminado nuestro día de «turista» y regresamos al calor del hogar, a disfrutar de la familia que nos esperaba en casa. Sí, sabemos que somos unos privilegiados.
* ¿Cuándo fuimos?: Finales de diciembre de 2012 – enero de 2013

* Transporte público: en Santiago existen varias formas de ir de un lugar a otro de la ciudad. Para usar las dos primeras deberás adquirir en cualquier estación de Metro una tarjeta Bip!, que además te permitirá combinarlos en un lapso de tiempo determinado usando un solo pasaje.
a) Metro: es el más rápido y llega a casi todos los lugares donde querrás ir. Puedes consultar horarios, planos y organizar tu viaje en su web. El tema de la tarifa es un poco complicado, pues dependiendo del horario en que se accede al Metro, ésta puede variar en hasta 110 CLP. Esta diferencia no es mucha, solo unos 0,15€, pero te interesa hacer cálculos a la hora de recargar la tarjeta BIP! que habrás adquirido.
b) Bus: excepto en las horas punta, es un buen modo de transporte ya que puedes ir observando a la gente, viendo las calles… Tiene una tarifa única, aunque si lo combinas con el Metro, dependerá de la tarifa que le corresponda. También puedes consultar toda la información en su web.
c) Colectivo: son como taxis pero con rutas predeterminadas. Suelen ser más económicos que los taxis aunque debes comprobar que la ruta es la correcta (tienen unos letreros arriba con el recorrido). Salen cuando el colectivo está lleno de pasajeros.
* Tarjeta BIP (bono metro-bus):
– compra de la tarjeta: 1.350 CLP
– recarga: mínimo 1.000 CLP, a partir de ahí tiene que ser múltiple de 500 CLP
* Alojamiento en Santiago:
– 7.000 CLP/pers.: dormitorio de 6, baño compartido, desayuno incluido
– Totalmente recomendable, estuvimos un par de días y nos gustó mucho tanto por la ubicación como por la gente que trabaja ahí.

Más sobre Chile

Comparte

Facebook
Twitter
Email
WhatsApp

Entradas relacionadas

¿Te atreves a sonreír?

Uno de los cambios más importantes que notamos al empezar a viajar es que dejamos de caminar aislados y alejados del presente, del aquí y

Leer Más >>

Hoy duermes en el sofá

Vaya frasecita, ¿no? ¿Quién no la asocia a una discusión de pareja? Bueno, no a una discusión cualquiera, sino a una discusión monumental. Aparentemente, no

Leer Más >>

Rosario

Al haber pasado más tiempo del previsto inicialmente en Córdoba, tuvimos que acelerar un poco el ritmo del viaje, así que hicimos una visita rápida

Leer Más >>

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *